martes, 7 de enero de 2014

Mh.

Desde pequeña siempre he sido media calentona. Nunca me hice deito' ni ná por el estilo pero ¡bendigo al clítoris! 

A los 6 años, vi porno en la tele, esas hueas fomes, que no muestran nada los cagaos. Y yo tenía un peluche más o menos grande y me casé con él y ya saben... Copiandole a la porno empecé a hacer hueas con el peluche hasta que terminé teniendo setso con la huea. Yo frotaba mi clítoris y yo felíh de la vida. De ahí en adelante no paré. Y si me sentía mal, me recompensaba con el peluche. Estaba aburrida, me recompensaba con el peluche. Mi mamá me preguntaba porque sonaba tanto la cama y yo como: ¡Estoy saltando! con una voz de cansá y gozadora. 

 Era bastante jotttt y me tiraba arriba de mis compañeros y los besaba.  Y después fui creciendo y notaba que todos eran normales y yo era la única onfire (o quizás se hacían l@s cartuch@s).  Igual después trataba de masturbarme, así deitó y toh pa dentro y nada. ORGASMO REPRIMIDO. Igual pá los hombres es fácil, pero pá la mina, es como si hubiera una galaxia ahí dentro. El orgasmo es mental, si empiezas a imaginar y a dejarte llevar por el placerssssss, un orgasmo exitoso. Igual es complicado. Picos voladores, picos voladores, picos voladores.  

A veces me dicen que tengo la cara de caliente y yo me hago la loca no más y me río. 

Si supierans...


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